LA TRISTEZA

Seguimos trabajando las emociones.
Ahora que ya conocéis un poquito más la dinámica, vamos a ahondar en una emoción muy importante, la tristeza.



Debemos de transmitirle a los más pequeños que sentirse triste no es nada malo, simplemente es una sensación más, pero es bueno que aprendamos a identificarla, para así comprender por qué nos sentimos de esa manera ante las cosas que nos rodean.

Al igual que hicimos con la alegría, vamos a propiciar una pequeña asamblea en la que todos participemos para hablar de esta emoción.

También podemos colorear el emoticono de la tristeza:


Podemos iniciar esta charla simulando una cara triste, enseñándole alguna fotografía que la represente, o simplemente preguntándoles qué es para ellos la tristeza y como se manifiesta.

Todos aquellos que tengáis el cuento del monstruo de los colores podéis leer el de color azul e incluso contrastar con la emoción de la alegría.

Para los que no lo tengáis os lo dejamos aquí:


Después de esto acudiremos a un espejo y dramatizaremos la tristeza con nuestras caras.

A continuación realizaremos el siguiente juego:

Estatuas y emociones revueltas: 

Como ya conocen la alegría y la tristeza, podemos aprovechar para realizar este juego. También lo podremos realizar más adelante añadiendo las nuevas emociones que vayan aprendiendo. 

Si dices “Estatuas revueltas” todos nos movemos por el espacio sin parar por todas partes, si dices “Estatua alegre/triste” nos quedamos quietos con cara alegre/triste, y así con todas las emociones según las vayamos trabajando. 

Este ejercicio sirve de calentamiento y hace que los niños relacionen las emociones con su cuerpo y sepan identificarlas



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