Como ya os comentamos en una entrada anterior referida a este tema, el reconocimiento y control de las emociones es un proceso lento que poco a poco serán capaces de asimilar.
Además del dado, con el que podéis seguir trabajando día a día, hoy os traemos una nueva propuesta:
¿Qué tiempo hace en tu interior?
¿Qué os parece si imaginamos nuestro interior como una atmósfera especial?
Anima a tu hijo/a y pregúntale qué tiempo hace en ella. ¿Brilla el sol o está el cielo gris como si fuera a llover? ¿Quizás hay una tormenta?
Déjales unos segundos para que exploren el tiempo con detalle, la primera vez les va a costar identificar, pero al repetir la dinámica le va ser más sencillo que lo consigan hacer.
Una vez que hayan identificado su clima interior, explícales que es perfecto tal y como es, que no tienen que hacer nada para modificarlo, no tienen que sentirse de otra manera, sólo hay que aprender a reconocer que según el momento nos podemos sentir de una manera u otra… y aquí les puedes empezar a hablar de las emociones, por ejemplo:
A lo mejor te sientes como un sol enorme que brilla mucho porque estás alegre, o a lo mejor cuando estás enfadado parece como si tuvieras una tormenta enorme con muchos rayos, o a lo mejor te sientes tranquilo como cuando te quedas dormido al lado de tu familia…
Les explicaremos que quizás en otro momento el tiempo cambie, así podemos animarles a observar en otros momentos qué tiempo hace en su interior para que se den cuenta de cómo cambia a lo largo del día.
La importancia de la respiración
Os dejamos un cuento muy interesante que os puede ayudar
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