Seguimos trabajando esta emoción. Para ello le explicaremos el enfado/la rabia con un globo.
Cuanto más nos enfada algo
más nos llenamos de rabia... les decimos que si quieren controlar sus
emociones deben poder ser capaces de hacer que su globo se deshinche.
Llenamos de aire el globo (lo haremos nosotros ya que ellos son pequeños y puede resultarles dificil ademas de peligroso) a la vez que lo llenamos con pensamientos y
cosas que nos hacen enfadar. Después les decimos que cuando suelten el globo
apunten hacia un sitio concreto. ¿Por qué no fueron capaces de dirigir el
globo hacia ese punto? Porque la rabia no siempre va hacia donde
queremos. Por eso es importante calmarnos a tiempo.
Lo repetimos y les preguntamos: ¿Qué es lo que hace que el globo hinchado
en este momento retenga el aire dentro? ¿Nuestros dedos verdad? Tenemos
el control, por tanto si decidimos soltar el globo volará. ¡Lo mismo pasa con
el enfado! Si somos capaces de reconocerlo y controlarlo ¡podemos soltarlo
también!
Como no son capaces de inflar el globo, podemos inflarlo mientras ellos dicen
cosas que les enfada.. y luego que digan a donde lo quieren
mandar..soltarlo y hacer la reflexión.
Muchos niños necesitan canalizar su enfado, es importante que aprendan alternativas para poder expresarlo sin herir a los demás
Actividades para minimizar el enfado:
Saltar. es una buena actividad para minimizar el enfado cuando el niño es
consciente de él. Les encanta que les digas que para ayudarle a superar el
enfado irás saltando con él hasta otra parte de la clase o casa, acabáis
dándoos un abrazo, y ¡no os olvidéis de barrer los restos del enfado del
suelo para tirarlo a la basura!. Funciona muy bien cuando el niño siente que
está empezando a enfadarse con algo.
Sacude el enfado. Si el conflicto surge en el recreo, en el parque, en otra casa...es fácil que el niño no
cuente con ninguna herramienta (papel para arrugar, plastilina, botella de la
calma…) pero si puede usar el movimiento de su cuerpo libremente para
deshacerse del enfado. Por ello invítale a alejarse del problema y buscar un
lugar tranquilo donde poder “sacudir su enfado”. Se trata de que expulse la
rabia con el movimiento de sacudir las piernas, brazos, manos… incluso con
la voz, gritando.
Soltando la rabia a través de un objeto. Cuando estamos enfadados nos
entran ganas de golpear, y los niños muchas veces lo hacen por necesidad o sin
querer. Todo es más fácil si les aportamos un objeto al que sí puedan
golpear, en casa podría ser un cojín en el aula les podemos dar una bola de
plastilina.